Te cuento mi porqué

Sobre Eva

Mi nombre es Eva y, desde hace 3 años, La Room es uno de los motores que mueve mi vida. El inicio de este proyecto surgió gracias a  una energía que nace del alma y que nos lleva a hacer las cosas con pasión. Si miro hacia atrás, veo que esa energía sutil me ha acompañado toda mi vida.

 

Desde los seis hasta los veinte años dediqué mi vida a mi gran pasión: la natación sincronizada. Salir de esa burbujita de deportistas de élite no fue fácil. Una depresión, problemas con la alimentación, y no saber quién era yo, me hizo sentir perdida. En ese momento empezó mi búsqueda de algo que me hiciera vibrar como cuando nadaba, intentaba rellenar la vida como podía, con cosas materiales y superficiales, pero no lograba calmar mis preocupaciones, mi tristeza, me sentía perdida y muy desconectada del mundo.


Pasó el tiempo y cuando mi tercer hijo (Bruno) tenía 9 meses, me embarqué en la formación de profesoras de Yoga y ahí se inició una gran transformación dentro de mí que a día de hoy sigue floreciendo. Otro acontecimiento que marcó mi evolución personal fue el diagnóstico de autismo de Bruno. Yo ayudaba a mujeres a encontrar su calma a través del yoga, y ahora era yo la que tenía que sacar fuerzas de donde no tenía para salir del pozo en el que me encontraba.

 

El descubrimiento de los aceites estuvo lleno de casualidades que me llevaron a comprar el kit de inicio y empezar a experimentar. A partir de ahí fui uniendo Yoga, aceites, respiración y otras técnicas holísticas que me aportan alivio y calma.

De ahí nace mi necesidad por incorporar los aceites esenciales como mi herramienta de trabajo principal tanto en mi vida como en mi trabajo. Hay identificados unos 800 tóxicos nocivos en el mercado, que están presentes en nuestro día a día sin que nos demos cuenta. No te niego que me volví loca cuando empecé a leer etiquetas de los productos que tenía por toda la casa, pero como la vida muchas veces se sincroniza a la perfección, se cruzó el kit de inicio de Young Living en mi camino, y hasta hoy, 3 años después, he limpiado de tóxicos mi casa hasta un 90%.

Vivir en calma es difícil, pero no imposible, y quiero ayudarte a conseguirlo.